miércoles, 4 de noviembre de 2009

Resumen Lectura 2ª

¿Qué es una concepción del mundo? Una concepción del mundo no es un saber, no es conocimiento en el sentido en que lo es la ciencia positiva. Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto. El ver casi como hechos de la naturaleza particularidades de las relaciones entre hombres puede interpretarse en términos de principios o creencias muchas veces implícitas en el sujeto que obra o reacciona. Esos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive.
La existencia de una formulación explícita de la concepción del mundo en la cultura de una sociedad no permite averiguar cuál es la concepción del mundo realmente activa en esa sociedad, pues el carácter de sobreestructura que tiene la concepción del mundo no consiste en ser un mecánico reflejo, ingenuo y directo, de la realidad social y natural vivida.
Para aclararse el papel de la concepción del mundo respecto del conocimiento científico positivo. Para el estudio de las relaciones entre concepción del mundo y ciencia positiva basta con atender a los aspectos formales de ambas. Las concepciones del mundo suelen presentar unas puntas muy concentradas y conscientes, en forma de sistema religioso. Esta forma es característica del s. XIX. La filosofía sintomática se vio arrebatar un campo temático tras otro por las ciencias positivas, y acabó por intentar salvar su sustantividad en un repertorio de supuestas verdades superiores a las de toda ciencia. En este caso, la concepción del mundo quiere ser un saber, un conocimiento real del mundo, con la misma positividad que la ciencia. Esta pretensión puede considerarse fracasada a mediados del s. XIX; la causa por la que fracasa es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna, que se caracteriza por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas.
Que un conocimiento es intersubjetivo quiere decir que todas las personas adecuadamente preparadas entienden su formulación del mismo modo. Las tesis de la vieja filosofía sistemática, de los dogmas religiosos y de las concepciones del mundo carecen de esos rasgos. Y como esos rasgos dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerables, el conocimiento que los posee va destronando la filosofía sistemática tradicional.
El que las concepciones del mundo carezcan del conocimiento positivo es cosa necesaria; la concepción del mundo contiene esencialmente afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo, que son la verificación o falsación empíricas t la argumentación analítica. Esto no quiere decir que el conocimiento positivo no abone una determinada concepción del mundo más que otra.
Estos rasgos permiten plantear la cuestión de las relaciones entre concepción del mundo y conocimiento científico positivo. Una concepción del mundo que tome la ciencia como único cuerpo de conocimiento real se encuentra visiblemente por detrás y por delante de la investigación positiva.

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